domingo, 14 de junio de 2009

Capítulo 1 : El proverbio en la galleta

Ese día viernes, doce de Diciembre de 2008, la ciudad de Santiago de Chile amaneció completamente revolucionada. A diferencia de todas las otras ocasiones en que eso sucedía, no era un partido, ni una protesta, ni nada.

Era un concierto.

Pero no cualquier concierto. Era especial. Y no simplemente por la enorme cantidad de fanáticas que ese grupo tenía en ese remoto país. Tampoco era sólo porque las entradas se vendieron en menos de una semana. Era sólo porque en torno a ese evento se tejía una gran historia. Una historia de amistad, compañerismo y cariño.




Se llamaba Camila. Era una simple chica de trece años. Era normal. Buena estudiante. Cabello negro, ojos cafés, múltiples pecas en el rostro, horrorosas para ella. Sus dos grandes amigas: Catalina y Sofía.

En ese momento, ella estaba en clase, con sus amigas, viendo por la ventana, mientras conversaban.

-No puedo creer que los Jonas vengan al fin. ¡Esperé este momento por mucho tiempo!-Dijo Sofía.

-Si, me costó mucho encontrar las entradas. Mas vale que sea bueno.-Bromeó Catalina.

-¿Como no iba a ser genial? Son los Jonas Brothers. No puedo esperar a mañana.-Les comentó Camila.

Miró por la ventana. Vio un avión sobrevolar el cielo.



Al mismo tiempo, Kevin veía Santiago desde el cielo por primera vez. Joe dormía apaciblemente, y Nick estaba usando su computadora portátil. Kevin, aburrido, trató de despertar a Joe.

-Joe…

No hubo respuesta.

-Joe…

Joe sólo hizo una mueca, y volvió a dormir.

-¡Joe!- Gritó Kevin en la oreja de Joe.

Joe dio un salto en su asiento.

-¿Qué?-Le respondió Joe, malhumorado por esa estridente forma de despertar.

-Despierta.

-Está bien. Ya desperté.

-Mira.

-¡Guau! Este lugar es impresionante. ¿Lo estás viendo, Nick?

-Ah… Eh… Yo…-Comenzó él.

-No lo estás viendo, ¿Cierto?-Le dijeron sus hermanos.

-Bueno, yo…-Les respondió.

-Nick, no me digas que de nuevo estabas revisando los videos del concierto de Lima para ver esa tonta caída tuya, ¿Cierto?-Kevin preguntó, irónicamente.

-¡A nadie le importa! Nick, relájate un momento. ¿Si?-Le aconsejó Joe.

-Está bien.-Le respondió Nick.




Esa noche, Nick, Joe y Kevin fueron llevados a un restaurante oriental precioso. Se les dio una mesa en una sección especial, para que las fans los dejaran descansar un momento. Habían estado firmando autógrafos todo el día, y sus manos prácticamente ardían al rojo vivo, así que cuando les avisaron que tendrían que comer con palillos sintieron que querían morir.

Pero en otro lugar del restaurante, estaba la familia de Camila pasando un excelente momento todos juntos, excepto Camila, que estaba muy ocupada pensando en como sería el concierto del día siguiente. Y así, los dos grupos, sentados en dos mesas separadas solo por una pared en la que estaban apoyados Nick y Camila, terminaron de comer. Entonces una mesera fue a cada mesa a entregar las cuentas y un plato de galletas de la suerte para cada uno. Todos tomaron una.

-Genial. Es la primera vez que como una de estas. Siempre me las quita Frankie.-Dijo Joe.- ¿Que dicen las suyas?

-No lo se. Está en chino.-Le dijo Kevin.- ¿Y la tuya?

-También esta en chino.

Nick abrió su galleta. Estaba en español*, así que lo podía entender. Camila también abrió su galleta. Ambas decían:

“La vida es una canción, y tus amigos son la inspiración.
Prepárate a cantar, que una nueva aventura está por empezar.”

Después de pagar la cuenta, los dos grupos salieron del restaurante, por puertas distintas, pero los Jonas se toparon con una “pequeña sorpresita” al salir.

-¡Está lleno de fans!-Dijo Nick

-Bueno, a firmar otra vez, chicos.-Le dijo Joe.

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*(N. del A.)En la realidad, ninguno de los Jonas Brothers habla español.